Mapa nuevo para Putin
Los acontecimientos se han precipitado en los últimos días en la península de Crimea. En cuestión de pocas semanas este territorio pasará de formar parte de Ucrania a ser parte de Rusia. Los habitantes de Crimea deberán aun refrendar este paso en un referéndum, el cual se presenta como un simple trámite ante el masivo apoyo a la idea de formar parte de la Federación rusa.
Así mediante una intervención militar exprés Moscú obtendrá de golpe varios objetivos. Recuperar un territorio que considera históricamente suyo, debilitar a una Ucrania convulsa y mandar un claro mensaje al resto de sus vecinos con políticas contrarias a Moscú.
Como contraposición quedarán los dividendos que Rusia deberá pagar por Crimea. Lo principal parece que va a ser un fuerte empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, que sin embargo no parece que vaya a ir acompañado de sanciones importantes. Las relaciones con Kiev estarán supeditadas al gobierno que salga de las elecciones de finales de mayo en el país. Para que aquel entonces el ejecutivo ucraniano que salga de las urnas tendrá ya una Crimea que llevará dos meses viviendo en Rusia, posiblemente con el rublo de moneda oficial y ni resto de la simbología de estado ucraniana.
Putin ha dado un gran golpe de efecto. Sin ruido ni grandes presiones Rusia ha conseguido recuperar un importante territorio donde no hace mucho la OTAN estudiaba la posibilidad de poner una base. Parece claro que el zar Vladimir no se va a parar en lo conseguido. También queda claro que lo va a hacer sin prisas, ni pasos en falso, juega sobre seguro. Los fabricantes de mapas todavía van a tener trabajo en los próximos años. La referencia final para Putin siempre será el mapa de la URSS. Ahora está un pasito más cerca.
*Publicado originalmente en GARA (09/03/2014)