La región de Donetsk ha vivido este sábado una nueva ola de protestas contra el gobierno central que se han soldado con la toma de numerosos edificios gubernamentales. En la ciudad de Donetsk parte de las fuerzas del orden se han pasado al bando de los manifestantes. Kiev está perdiendo totalmente el control de lo que sucede en el este del país, estando la unidad nacional cada vez más en peligro.
En la mañana del sábado hombres armados han tomado la comisaría de Slavyansk, ciudad del este de Ucrania en la región de Donetsk. Armados con pistolas y fusiles de asalto estos guerrilleros defienden la idea de un referéndum para independizar lo que ellos denominan la república de Donetsk del resto de Ucrania, con la intención posterior de entrar a formar parte de la Federación Rusa.
Tras la toma de la comisaría de la ciudad, ha seguido la toma del edificio de la SBU (organización estatal de seguridad ucraniana), el levantamiento de barricadas y controles de acceso a la ciudad. Las autoridades locales se han puesto desde el principio del lado de los asaltantes y han empezado a colaborar con ellos. Poco después se han empezado a suceder tomas similares en otras ciudades de la región. Hombres armados han tomado edificios gubernamentales también en Kramatorsk, Krasnyi Liman, Druzhkovka y otros municipios más de la región de Donetsk.
A media tarde se ha producido el asalto de la central de la policía de Donetsk. Acto seguido parte de los agentes se han pasado de forma voluntaria al lado de los manifestantes. El único éxito de las fuerzas de seguridad del estado ucranianas ha sido la detención de varios autobuses que se dirigían a Járkov desde Donetsk llenos de hombres y material sensible de ser utilizado para realizar actos de guerrilla urbana, como protecciones, cocteles molotov, bates de béisbol, etc. En el resto del este del país, las fuerzas leales a Kiev poco han podido hacer, si es que lo han intentado.
Giro inesperado
Lo sucedido en la región de Donetsk ha cogido por sorpresa tanto al gobierno de Kiev, como a las autoridades locales de Donetsk controladas por el oligarca Rinat Ajmétov. Solo un día antes, el viernes, la situación parecía encaminada hacia la normalización tras la reunión de Ajmetov y el primer ministro ucraniano Yatsnyuk. Sin embargo, los manifestantes han demostrado ser una fuerza con mayor autonomía de lo esperado y han vuelto a tomar la iniciativa, dejando a las autoridades mirando con impotencia el transcurrir de los hechos.
La penetración de la influencia de Ajmétov en Donetsk no ha sido suficiente para calmar los ánimos. El gobierno central se ve impotente como las unidades de policía no obedecen sus ordenes y se pasan al lado de los manifestantes. Ahora Kiev deberá sopesar si enviar fuerzas policiales del resto del país y del ministerio del interior, la recién creada guardia nacional, a sofocar la revuelta o seguir esperando. Esta última táctica es la que ha traído esta situación. Una Ucrania cada vez más dividida en dos partes, la occidental y la oriental.
Slavyansk es además un importante cruce de camino entre las ciudades de Donetsk, Lugansk y Járkov. Controlando esta encrucijada los manifestantes imposibilitan la libre circulación por la región, y dificultan en sobre manera ya antes de realizarse la posible intervención de Kiev. El cual ha acusado abiertamente a Moscú de estar detrás de los hechos.
Perspectivas a partir de ahora
El tiempo juega en contra de Kiev, ya que con cada hora los manifestantes se hacen más fuertes en el este del país. El rechazo que provoca el gobierno provisional parece ser el motivo que ha impulsado al este del país. Esto hace que la idea de realizar unas elecciones a nivel nacional impulsadas por este gobierno dentro de un mes y medio sea cada vez más difícilmente realizable. Solo la convocatoria de unas negociaciones internacionales entre ucranianos, rusos, estadounidenses y europeos podría encontrar una solución para mantener la unidad de Ucrania, que ahora mismo pasa inevitablemente por la federalización del país. En caso contrario la ruptura se irá haciendo cada vez más profunda.
Ello podría favorecer a Rusia, quien ya ha dicho que intervendrá en el territorio si Ucrania utiliza la fuerza. Fuerza sin el empleo de la cual Ucrania tienen muy complicado mantener esta parte del país. Los próximos días deberían poner algo de claridad en que podemos esperar de Ucrania, sin embargo vistos los antecedentes es más que probable que todavía sigamos llevándonos sorpresas con lo que irá sucediendo en el país.
*Publicado originalmente en GARA (13/04/2014)