Recientemente he tenido la suerte de haber participado en un acto sobre ‘Periodismo en el siglo XXI’ organizado por Dispara Mag con motivo de su primer aniversario de vida. Zorionak Dispara!
El acto fue en La Tabacalera de Madrid. En la mesa redonda tuve la suerte de estar con Lucía Lijtmaer, Olga Rodríguez, Antonio García Ferreras, Victor Lenore y Edu Bravo (la foto que encabeza este post), pesos importantes del periodismo del estado español, con muchísima más trayectoria que yo en la profesión. Se discutió sobre la precariedad laboral y la independencia de los medios actualmente.
No voy a resumiros la charla y las aportaciones de los demás. Voy a hacer un poco aquello de “yo aquí he venido a hablar de mi libro”, y contaros solo lo que yo aporté, o intenté, al debate. Y de paso desarrollar un poco esas ideas.
Lo primero es la información como derecho básico (esto lo dijo en realidad primero Olga Rodriguez), y como tal debe estar proporcionada en unos mínimos aceptables por el estado. Es decir, deben existir medios de comunicación estatales que sean ante todo objetivos y algo así como un estándar de la veracidad del que partan los medios privados en sus derivas ideológicas hacia la derecha o la izquierda. A día de hoy esos medios son marionetas de los gobiernos centrales o autonómicos, y la verdad, y siento la expresión, me jode que el dinero público se malgaste parcialmente. Con ello no culpo a la mayoría de trabajadores de esos medios, a muchos de los cuales conozco y se que son unos profesionales enormes y luchan en el mismo sentido que yo comento. Por unos medios de comunicación públicos de calidad y objetivos, sin ser los panfletos de sus respectivos gobiernos.
Sé que es un debate mil veces repetido, aquello de miremos a la BBC como un ejemplo a seguir de corporación publica de la información. Quizás ni RTVE, ni EiTB, ni TV3, ni tantas otras puedan ser como la BBC, ni falta que hace ser exactamente igual. Es cuestión de coger los medios con los que se dispone y hacer información de calidad y objetividad sin depender las presiones e influencias políticas de turno. Darle a la sociedad lo que esta necesita para su propio bien. Por que si manipulas la información en beneficio propio no haces más que envenenar a la larga a la sociedad.
La segunda idea que expuse en la charla es que está muy bien la iniciativa privada en los medios de comunicación, pero en eso no existe libertad real. Por que habiendo casos en los que la financiación no es el principal problema, ya que la voluntad popular está dispuesta a mantener un medio de comunicación propio como es el caso de Gara y Naiz, el gobierno pone trabas. No gusta las opiniones diferentes. Eso es nuevamente manipular la información, mediante la limitación de algunos medios, lo cual nos vuelve a llevar a envenenar a la sociedad.
Por todo ello defiendo que deben existir los medios de comunicación públicos, pero lo que yo espero de ellos es que sean los estándares de calidad y objetividad de los que deban partir los demás. Así mismo defiendo que el estado deje de influir en los medios que proponen unas ideas que no son de su agrado, pero las cuales entran perfectamente dentro del marco de la sociedad en la que vivimos.
Sé que es un debate mucho más extenso de lo que aquí explico, pero quería dejar clara mi posición.
[La foto que ilustra el post es del Twitter de Dispara Mag.]